viernes, enero 05, 2007

Entre ponche, camellos y regalos

...hierba, ponche, dulces y nueces, cigarrillos no porque no apoyo el vicio, pero si encuentro un buen whisky o un vinito mucho mejor...aunque yo pienso que con tanto viaje pueden pasar dos cosas: la primera es que terminen con un buen jumo, y la segunda es que hayan desarrollado tolerancia al alcohol y a golosinas no tan agradables :)...

Los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, forman parte de la vida de los latinoamericanos desde antes de nacer y hasta que nos hacemos "grandes". En mi caso, ni me he hecho grande, ni ha desaparecido mi cariño hacia ellos. Recuerdo que en casa desde las 5 de la tarde, que es la hora en que mami llega, salíamos a recorrer el barrio en busqueda de hierba para los camellos... luego, la lucha para irse a la cama era descomunal, siempre quise quedarme despierta para verlos, pero de alguna manera ellos sabían que lo estaba y dejaban los juguetes escondidos en la casa o debajo del árbol en vez de debajo de mi cama.

Lo usual era que todos los años cambiaran el método, por ejemplo, una vez tomaron toda la hierba de los camellos y la fueron dejando en toda la casa, desde nuestras habitaciones hasta la entrada, ¡Qué días aquellos y que reguero tuvimos que recoger!.

Creo que las ilusiones que nos brinda creer en los Reyes Magos expande nuestras mentes hasta el punto de pensar en cómo rayos pueden entrar a la casa si todo esta cerrado y no hay quien les habra; ¿tendrán una llave?¿beberán pastillas de chiquitolina?¿se convierten en polvito que entra por la rendija de la puerta y luego vuelven a la normalidad?¿atraviesan paredes?.

Ahora, el día de Reyes para mí no sólo significa regalos (aunque eso es muuuy importante), es más mantener una conexión directa con ellos. A mí quien me deja es Baltasar, y todos los años, todos, le dejo una carta resumiendo el año pasado y expresando mis deseos para mí y para ellos. Si los pudieran ver ustedes... pasan horas en las tiendas de juguetes tratando de compralo todo, parecen niños ellos mismos, y llegan emocionados con todo lo que vieron, y hasta se pasan el día jugando de lejos para que no los sorprendan con las muñecas y los tirapiedras :P.

Desde ya estoy preparando las golosinas de esta noche, esperando que puedan permanecer en mi vida como desde antes de nacer. Ellos talvez no lo saben, ni lo leerán, pero yo los quiero.

3 comentarios:

yolemnycruz dijo...

Bueno, en cuanto a lo del vino, cuando tengas una buena botella, no dudes en poner 3 copas... la de agustin, la mia y la tuya, ajajaja.
Bueno ya no me acuerdo mucho de esos dias de reyes, pero si recuerdo que una vez puse galletas (guarina) y leche bajo del arbol y me acoste temprano porque mi hermano anthony me dijo y cuando me desperte a ir al baño (aun temprano) vi a mi hermano anthony comiendose las galleticas y coji una correa y le di mucho, pero no porque me engaño.. sino porque se estaba robando las galletas de santa. (jajajaja) que tiempos aquellos.

J.R. Reyes dijo...

Esos recuerdos valen oro. Y es que tal vez los reyes se olviden de uno pq despues q crecemos no vuelven pero uno no se olvida nunca de ellos por esos días mágicos q nos hicieron vivir. Laura como siempre muy acertada en tu narrativa ligera y entretenida. Nice work!!!

FeliTo dijo...

Siempre pense que tenian poderes para volverse pequeñitos para entrar por debajo de la puerta y los camellos los dejaban afuera. Una vez casi me orino en la cama por que decian que si los veias se llevaban todos tus regalos...pase por el pasillo como a las 3 de la mañana y dije "no los estoy viendo...es que quiero hacer pipi"....tenia como 6 o 7 años. QUE DIAS!!!