martes, noviembre 21, 2006

Fuegos artificiales...o Tiros sin rumbo

Yo vivo detras de un barrio...como casi todo el mundo en este país. Para mi es muy familiar el sonido de disparos a distancia, el escándalo de los niños que pasan por la calle a la hora de ir a la escuela, los sabados de limpieza general, con el agua que te llega a las rodillas, los aplausos cuando llega la luz, los niños mocosos, las viejas gritonas, el grito de "llegó el camión de basura", las campañas de los evangélicos, el desfile de domingo de ramos y el musicón del colmado de la esquina desde el viernes a las 6pm hasta el domingo a las 10....aaah y los concursos de karaoke de Cristo Libre los domingos en la tarde.

Pero de todas las anteriores la que me preocupa en estas épocas es la primera. Al llegar la Navidad el dominicano común piensa en gozo, escándalo, timbales improvisados, bebedera de lunes a lunes, ¡Cima Sabor Navideño!, angelitos, comida, familiares que llegan de fuera, fuegos artificiales y tiros al aire. Sí, la misma cantaleta de siempre, el mismo llamado de atención a las autoridades para parar dos problemas que nos azotan desde hace muchos años.

En las próximas semanas se comienzan a escuchar en las calles desde las patas de gallina, los busca-pies, tumba-gobiernos, mechitas y velas romanas, además de todas aquellas versiones que son caseras y por ende mucho mas peligrosas, cerca de mi casa empezó hace casi un mes.

Las luces de fuegos artificiales han sido fuente de diversión para muchos, incluso para mí y mis hermanos y primos, sin embargo, la atención y el cuidado que implica el utilizar fuegos artificiales en casa es imprecindible y no muchos están dispuestos a dejar un trago para vigilar a sus hijos y ser prudentes con aquellos que sólo están observando. Alrededor del 22 por ciento de los niños víctimas de este tipo de accidentes han sido observadores que no han estado manipulando los fuegos. El 60 por ciento de las heridas son quemaduras. Las áreas del cuerpo más afectadas son los ojos, rostros y manos

Lo mismo con las armas de fuego, hace un tiempo ya estuvieron presentes en la prensa dominicana los casos de niños que aún dentro de sus hogares fueron alcanzados por proyectiles sin origen aparente. Y ni hablar de los casos que aparecen todas las semanas de muertos en barrios de la capital de tiros que salieron de la nada. Lástima.

En estos casos, mi llamado de atención es el siguiente: ¿porqué esperar a que la prensa de encargue de llamar la atención sobre algo que nos afecta todos los años en esta época? ¿es necesario que haya heridos y muertos para educar a la población sobre accidentes como estos?, además, ¿porqué no ahorrar tiempo, dinero, esfuerzos y lágrimas, en dos situaciones que se le podrían presentar a cualquier dominicano enseñandole a invertir su energía en pasar la Navidad en familia y con precaución?

Debemos mirar hacia un futuro y prevenir, empezar a trabajar por el mañana. Este año, empecemos temprano.

Siempre habrá desertores, pero por algo hay que dar el primer paso. No esperemos a que los titulares tristes empañen esta época del año. Aprendamos a ser prudentes y libremos a los que están a nuestro lado de pasar la Navidad con pérdidas y tristeza en el corazón.

Por el Nacimiento del Niño Jesús en cada corazón dominicano. Por la paz.

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